martes, 4 de octubre de 2011

La caries rampante


Dar el biberón a los niños para que duerman es una práctica común que puede desencadenar severos problemas de salud, como la caries rampante, la cual es capaz de destruir parcial o totalmente la dentadura de leche hasta en dos semanas.

Es un tipo de caries que afecta a los dientes primarios (también llamados dientes de leche) de los lac

tantes y los niños y se caracteriza por ser rápidamente progresiva y muy destructiva.

Afecta principalmente a niños desde el inicio de la erupción dentaria (sobre los 6 meses) hasta los 4 o 5 años.

Comienza destruyendo el esmalte y avanza rápidamente destruyendo la dentina y provocando la pérdida del diente que se rompe por el cuello dentario.

El niño puede llegar a perder todas sus piezas dentales, además de provocar en los menores infecciones de garganta y abscesos en encías. Todos estos problemas pueden derivar también en problemas digestivos graves

Las caries en un principio se aprecian como manchas de color blanco que van haciéndose amarillentas y se van extendiendo y haciendo cada vez más oscuras.

Estas manchas aparecen generalmente en la cara lingual o interna de los incisivos centrales superiores, cerca de la encía y van avanzando rodeando el diente como un anillo hasta acabar decapitando al diente, que pie

rde la corona o parte superior, quedando solo la raíz dentaria.

Por ello reciben también el nombre de "caries circunferenciales".


¿A qué dientes afecta?



Afecta fundamentalmente a los incisivos superiores, aunque también se afectan los primeros molares inferiores y superiores.

Los incisivos inferiores generalmente no se ven afectados ya que están protegidos la lengua y el labio inferior, y a este nivel actúa el efecto limpiador de la saliva que procede de las glándulas salivares sublinguales.

Cuando afecta también a estos recibe el nombre de "caries rampante".

¿Cuál es la causa?



La causa es un contacto prolongado de los líquidos azucarados con los dientes del bebe, fundamentalmente cuando este duerme.

Esto se produce cuando se ofrece al bebe el chupete mojado en azúcar u otras sustancias azucaradas como mermelada, leche condensada o miel y sobre todo cuando se le deja dormir con el biberón lleno de leche o zumos azucarados en la boca.

La cantidad de tiempo que el azúcar permanece en la boca, añadida a la circunstancia de que durante el sueño disminuye la salivación, favorecen el contacto prolongado de los azúcares con los dientes del bebé.

Los azúcares proporcionan un medio idóneo para la proliferación de la caries

También influye la distinta susceptibilidad de cada bebé a la caries y el tipo de flora bacteriana que se encuentre en su boca.

Se ha visto que los niños afectados por caries del biberón tienen altos niveles del microorganismo llamado Streptococcus Mutans en boca.

Cuanto más dura el hábito, mayor es la afectación dentaria.

Estas caries suelen pasar desapercibidas para los padres que no reparan en ellas hasta que las lesiones están ya muy avanzadas.

Problemas que ocasiona al niño



La pérdida de estos dientes, aunque son primarios o también llamados de leche y deben ser sustituidos por los definitivos, ocasiona al niño múltiples problemas como:

- Dificultad para masticar y hablar,

- Alteración de la estética,

- Pérdida del espacio adecuado para la erupción de los dientes permanentes con las consiguientes malposiciones dentarias de los mismos,

- Alteración del germen dentario de los dientes definitivos que esta debajo de los primarios,

- Instauración de malos hábitos como la interposición lingual o labial, infecciones, etc.

Es por esto por lo que los especialistas inciden en la importancia de acabar con estos malos hábitos y fomentar los positivos, como es la higiene dental desde que comienzan a salir los primeros dientes, enseñando poco a poco a los pequeños a usar el cepillo de dientes y a convertirlo en una más de sus rutinas.

Cuidar la higiene dental de los niños resulta muy importante para evitar problemas en un futuro, teniendo en cuenta además, que las infecciones y problemas de higiene bucal pueden tener muchas consecuencias para la salud general de los niños.

Lo que debe quedar claro es que el azúcar es el máximo enemigo de los dientes y, por tanto, ha de evitarse en lo posible el contacto con ellos, especialmente si no son azúcares naturales, como pueden ser los de la fruta

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