viernes, 9 de septiembre de 2011

La Encía



La encía, también llamada gingiva, es una fibromucosa formada por tejido conectivo denso con una cubierta de epitelio escamoso queratinizado que cubre los procesos alveolares y rodea a los dientes.

La encía es contigua al ligamento periodontal


y, en su exterior, con los tejidos mucosos de la cavidad oral.

La encía tiene por lo general un color rosa pálido y al encontrase adherido a los cuellos de los dientes (epitelio de unión) e insertado con fibras colágenas (inserción conectiva) forma un sellado que protege al hueso y demás tejidos de soporte.

Se habla de encía marginal, encía insertada y encía alveolar, según la zona bucal donde se encuentra. La encía viene a ser un componente del periodonto.

Las encías son un tejido del interior de la boca, que cubre las mandíbulas, protegiendo y ayudando a sujetar los dientes.

Las encías son visibles al levantar los labios, si están sanas, su color es entre rosácea y rojo p

álido con los dientes firmemente sujetos.

Una higiene inadecuada o insuficiente puede producir enfermedades peridontales, incluida la gingivitis.

La encía se divide en dos regiones, la encía libre (marginal) y la encía insertada. Estas dos regiones se combinan para formar la punta de la encía, que se extiende en sentido coronal entre los dientes, lo que se conoce como papila interdentaria. Esta evita el impacto de la comida en

la zona interproximal bajo el área de contacto de los dientes y el establecimiento de una irritación que podría finalmente originar alguna patología periodontal.

Enfermedades de las encías

La encía puede llegar a inflamarse debido a una mala higiene dental, pudiendo afectar el tejido gingival y en un caso más severo al hueso que sostiene los dientes.

La inflamación de la encía consta de tres etapas:

Gingivitis: en ésta primera etapa la inflamación se da por la acumulación de placa, sin embargo el daño es reversible, ya que el hueso y el tejido conectivo aún no han sido afectados.

Periodontitis: es una gingivitis avanzada, en donde el hueso y el tejido conectivo han sido dañados de forma irreversible.

Periodontitis avanzada: en ésta etapa final las fibras se encuentran destruidas al igual que el hueso que sostiene los dientes, por lo que se requiere de un tratamiento mucho más profundo realizado por un dentista.

Detección de la enfermedad

La peor enemiga de las encías es la placa bacteriana, capa pegajosa e incolora que se adhiere a los dientes y que, en casos severos, puede ocasionar la pérdida de los mismos.

Signos de alarma y tratamiento

Como puede ver, la enfermedad en encías, también conocida como periodontal, ocasiona daños irreversibles a la dentadura, por lo que es indispensable mantener buenos hábitos higiénicos, acudir al dentista y poner especial atención si se presentan las siguientes molestias:

-Sangrado al cepillarse los dientes.

-Enrojecimiento y dolor en encías.

-Sensación de que el tejido que da soporte a los dientes se torna fláccido.

-Mal aliento persistente.

-Secreción de pus.

-Dientes movibles o separados.

No obstante, la mayoría de la gente no siente dolor alguno ante la enfermedad periodontal, motivo por el que con frecuencia puede pasar inadvertida; por ello, es indispensable acudir al odontólogo. Este especialista, en las etapas iniciales del padecimiento, removerá la placa bacteriana y acumulaciones de pus, además de prescribir algún antibiótico; con esto se conseguirá que las encías se adhieran de nuevo a las piezas dentales.

Ahora bien, en casos más avanzados es posible que se requiera tratamiento quirúrgico para retirar a profundidad los materiales infecciosos y, posteriormente, colocación de prótesis dental.

Prevención ante todo:

Para que mantenga su dentadura sana de por vida es necesario evitar que la placa bacteriana se acumule en ella, para lo cual se requiere cepillar los dientes y lengua tres veces al día o después de consumir alimentos, usar hilo dental para retirar residuos que se acumulan entre las piezas y recurrir a enjuagues bucales

Asimismo, tenga en cuenta que las visitas regulares al odontólogo son básicas para mantener la salud dental, ya que este especialista removerá la placa endurecida que se haya formado en sitios donde el cepillo no haya prevenido su formación. Además, puede diseñarle un programa personalizado de higiene oral diaria que se adapte a sus necesidades.

Como puede ver, no es difícil preservar la salud de dientes y encías, sólo es cuestión de dedicarle varios minutos al día y acudir a revisión dental cada seis meses; de esta manera, podrá conservar su dentadura sana durante toda la vida y sonreír cuando lo desee.

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